EL ASUNTO de “los tiempos de los gentiles” es crucial hoy día para millones de personas. Jesucristo empleó esa frase en una sola ocasión (Lucas 21:24), como parte de su respuesta a la pregunta de sus discípulos sobre su futura venida y el fin de los tiempos. En los siglos que siguieron, numerosas interpretaciones y aplicaciones de su expresión sobre los tiempos de los gentiles se han desarrollado.
• “ANTES de 1914, un grupo de estudiantes de la Biblia estuvo anunciando por varias décadas que en ese año tendrían lugar sucesos significativos. ¿Qué sucesos serían? ¿Qué pruebas demuestran que 1914 fue un año muy importante? En Lucas 21:24 encontramos estas palabras de Jesús: “Jerusalén será hollada [o pisoteada] por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones”, o “los tiempos de los Gentiles”, según la versión Reina-Valera de 1865.” — Enseña, publicado por los testigos de Jehová en 2005, páginas 215-217.
Tal y como ellos cortan el texto de la Biblia pareciera ser cierto; pero leamos el texto completo:
• “Y caerán muertos a filo de espada y serán llevados prisioneros a todas las naciones; y Jerusalén será pisoteada por las naciones hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones.” (Lucas 21:24).
Aquí hay dos conceptos que debemos aclarar:
1. El texto bíblico está
hablando en tiempo futuro.
2. El texto está hablando en tiempo pasado. Para
encontrar la respuesta solo tenemos que retroceder y leer el verso:
• “Ahora bien, cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos acampados, sepan entonces que se ha acercado su devastación.” (Lucas 21:20).
No existe la menor duda de que este pasaje se está refiriendo al año 70 después de Cristo [E.C.] cuando el ejército romano cercó y destruyó Jerusalén. Entonces las palabras y Jerusalén será hollada por las naciones es algo que ocurriría después de este año. El pisotear comenzaría a partir del año 70 E.C., pero ¿qué es lo que explican los testigos de Jehová?:
• “Jerusalén era la capital de la nación judía. Desde allí gobernaba una línea de reyes de la casa real de David (Salmo 48:1, 2). Estos reyes eran distintos de los demás líderes nacionales porque se sentaban en “el trono de Jehová”, es decir, eran representantes de Dios (1ª Crónicas 29:23). Así pues, Jerusalén simbolizaba el gobierno que ejerce Jehová. Entonces, ¿cómo y cuándo comenzaron las naciones a pisotear el gobierno de Dios? Esto ocurrió en el año 607 a.E.C., cuando los babilonios tomaron Jerusalén. “El trono de Jehová” quedó vacío, y se interrumpió la línea de reyes que descendían de David (2ª Reyes 25:1-26).”
¡Qué contradicción! ¿no? Esta interpretación tiene serios problemas y no concuerda con lo que está escrito en el evangelio sinóptico de Lucas. Tampoco concuerda el año 607 a.E.C., fijado por los testigos de Jehová para la caída de Jerusalén, los historiadores y en base a la arqueología fechan esta destrucción en el año 587/586 a.E.C. Tampoco los últimos reyes de Jerusalén; a saber: Joacim, Joaquín y Sedequías, fueron verdaderos reyes de Dios porque gobernaron como representantes de otros monarcas (rey Vasallo), así que no es del todo cierto que estaban sentados en el trono de Dios.
• “¿Se mantendría “hollada” a Jerusalén para siempre? No, pues en el libro profético de Ezequiel se da esta orden a Sedequías, el último rey de esa ciudad: “Remueve el turbante, y quita la corona. Esta [...] no llegará a ser de nadie hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y tengo que dar esto a él” (Ezequiel 21:26, 27). La persona con “el derecho legal” a heredar la corona de David es Jesucristo (Lucas 1:32, 33). Por lo tanto, Jerusalén dejaría de ser “hollada” cuando Jesús se convirtiera en Rey. ¿Cuándo ocurrió este gran suceso? Jesús indicó que los gentiles (es decir, los no judíos) gobernarían por un tiempo, o período, señalado. El capítulo 4 de Daniel da la clave para saber su duración. Allí se relata un sueño profético que tuvo un rey de Babilonia llamado Nabucodonosor. En el sueño vio cómo cortaban un árbol enorme. Solo se dejaba su base, la cual se ataba con hierro y cobre para que no creciera. Luego, un ángel ordenaba: “Pasen 7 tiempos sobre él” (Daniel 4:10-16).”
Ya hemos visto que las palabras de Jesús en Lucas se están refiriendo al año 70 E.C. Sin embargo, los testigos de Jehová van aún más lejos, quieren conectar la frase tiempo de los gentiles con el libro de Daniel. Si usted lee este capítulo y estos versículos no encontrará mención alguna de este término, tampoco encontrará el término será pisoteada o algo que se le parezca. Todo el capítulo 4 está dedicado a narrar una historia sobre un sueño que tuvo el rey Nabucodonosor. Es cierto que se mencionan 7 tiempos, pero estos aplican directamente a este rey, entonces ¿cuál es la conexión? No existe, no hay relación. No hay ninguna frase que pueda asociar a estos dos textos aislados. No hay conexión entre lo escrito en Daniel y lo relatado en Lucas. Esta falta de conexión da muy poca credibilidad a la interpretación, sobre lo ocurrido en los cielos, según ellos, en el año 1914. Aunque no lo crean, esto tiene una explicación y para encontrarla tendremos que buscar la verdadera historia detrás de todo, con lo cual descubriremos que los que gestaron esta idea no fueron exactamente los “Estudiantes de la Biblia” como dice el libro Enseña.
William Miler |
Para ello debemos remontarnos a los tiempos de un tal William Miller, predicador bautista, este señaló el año 1843 E.C., como la fecha de la segunda venida de Cristo. Ellos esperaban en ese año ver a Cristo bajando del cielo entre las nubes. Este hombre era un apasionado de las profecías apocalípticas y pasa a ser el principal precursor de los cálculos realizados para determinar, según él, la segunda venida de Cristo. Él creía, tal y como lo narran los evangelios, que Cristo vendría como lo describe Mateo 24:30; en carne y hueso. Entonces debemos saber que el primer concepto entendido por este hombre fue este y luego, ante el fracaso profético, la palabra venida tuvo que ser cambiada por presencia en dicho texto. Pero ¿cómo llegó Miller a determinar las fechas? Utilizando el libro de Daniel. Sin embargo veremos que su profecía no estaba desarrollada en base a un solo capítulo de este libro, él utilizó varios capítulos para dar forma y realizar una conexión con lo relatado en Lucas. Aunque sus cálculos no eran nuevos, sus bases estaban tomadas de otros predicadores apocalípticos.
• Fuente: http://www.earlysda.com/miller/views2.html
“También oí a un santo hablando, y otro santo le preguntó al que estaba hablando: “¿Cuánto durará la visión
sobre el sacrificio constante y la ofensa que causa devastación y el pisoteo del lugar santo y del ejército?”.
Entonces él me dijo: “Hasta que pasen 2.300 tardes y mañanas; entonces el lugar santo de veras recobrará su
debida condición.” (Daniel 8:13, 14). Aquí los 2,300 días son convertidos a 2,300 años. Utilizando el capítulo 9 de Daniel, en donde se mencionan las
70 semanas, él explica que esto significan 490 años. Según su entendimiento, estas 70 semanas profetizan la
primera venida Cristo y su muerte en el año 33 E.C. Sus cálculos son los siguientes: [2,300 – 490 = 1,810 años].
Partiendo del año 33 le suma estos 1,810 años dando por resultado el año 1843 E.C. Hay algo muy importante
aquí y es que la palabra pisoteado utilizada en Daniel 8:13 es la que serviría luego para conectar con lo escrito
en Lucas 21:24. Miller utilizó otros relatos más los del libro de Daniel y las fechas de la siguiente manera:
1. “Luego oí hablar al hombre vestido de lino que estaba sobre las aguas del río. Él levantó su mano derecha y su mano izquierda hacia los cielos y juró por el que vive para siempre: “Pasará un tiempo fijado, tiempos fijados y la mitad de un tiempo. Y, cuando se termine de destruir el poder del pueblo santo, todas estas cosas finalizarán.” (Daniel 12:7). Los 3 tiempos y medio representaban 1,260 años de persecución Papal - de 538 E.C., a 1798 E.C.
2. “Y, desde el momento en el que se quite el sacrificio constante y se ponga la cosa repugnante y devastadora, pasarán 1.290 días.” (Daniel 12:11). Los 1,290 días representaban 1,290 años de 508 E.C., a 1798 E.C.
3. “¡Feliz el que se mantiene a la expectativa y que llega a los 1.335 días!” (Daniel 12:12). Los 1,335 días representaban 1,335 años de 508 E.C., a 1843 E.C. En Daniel 4, donde se mencionan los 7 tiempos que estaría Nabucodonosor apartado de su trono y viviendo en el campo como una bestia, son convertidos en 2,520 días y estos nuevamente son convertidos en 2,520 años, más adelante veremos que patrones se utilizaron. Contando desde que Asurbanipal, rey de Asiria lleva a Manasés con grilletes a Babilonia y las tribus de Israel fueron arrasadas por Esarhaddon.
Cartel profético de William Miller |
Todos estos sucesos son fechados por él y le asigna el año 677 a.E.C., y si sacamos cuentas llegamos al año 1843 E.C. [-677 + 2,520 = 1,843]. Todos sabemos la historia, llegado este año nada de lo predicho sucedió, a este año se le llamó “la gran decepción”, Cristo no llegó. De esta decepción nacieron los Adventistas del Séptimo Día, movimiento cristiano por el cual Charles Taze Russell tomó varias doctrinas y el año 1914, que nacería en poco tiempo.