1914: Los calendarios de la antigüedad (6/16)

El calendario gregoriano consta de 365 días dividido en 12 meses e intercala un año bisiesto cada 4 años, con el mes de febrero de un día más, pero no cuenta como bisiestos los años seculares (los que terminan en doble cero: 1800, 1900, 2000), excepto cuando las dos primeras cifras son múltiplo de 4, como el 2000.

El calendario juliano se fue elaborado por el astrónomo griego Sosígenes de Alejandría, pero fue Julio César en el año 46 a.E.C.; es aquí donde empieza la era juliana, aunque era en esencia el calendario egipcio según la reforma de Cánope. Consistió en tomar como inicio del año: el 1 de enero, en lugar del tradicional: 1 de marzo. Consta de 365 días divididos en 12 meses, excepto los años bisiestos que tienen 366 días, y añaden un día adicional al mes de febrero. El calendario juliano cuenta como bisiestos todos los años cuyo número es divisible por 4, aunque terminen en doble cero.

El calendario lunar se le hacían correcciones periódicas para hacer coincidir las estaciones. Estos calendarios estuvieron en vigor en Mesopotamia. Se componían de 12 meses de 28, 29 ó 30 días, que daban un año entre 354 a 360 días. Este calendario parece haber sido creado en Sumeria, pero fueron los caldeos quienes lo sistematizaron y lo difundieron. Para hacer coincidir las estaciones con los meses cada cierto tiempo se añadía, en función de las observaciones astronómicas, un mes suplementario (embolismal). Los judíos también utilizaban este tipo de calendario, pero se cree que las correcciones (añadir un mes más) se hacían con la maduración de las espigas de la cebada.

El calendario egipcio se basa en el caldeo, y en sus cálculos astronómicos, pero 365 días hace unos 6,000 años, ya que se trata de un calendario solar. Constaba de 12 meses de 30 días y 5 días adicionales interpuestos, pero cada 4 años días faltaba un día. También es egipcia la división de la semana en 7 días, ya que cada hora del día estaba consagrada a uno de los planetas conocidos; y el día recibía el nombre de su primera hora.

Los días caldeos, los babilónicos dividían el día en 24 horas de 12 beru o 360 grados, así que un beru era de 2 horas; 15 beru era una hora, un beru eran 4 minutos. El beru no era una unidad de tiempo más corta, ellos también dividieron el beru en 12 dedos de 20 segundos cada uno. Es importante saber que aunque existían calendarios en Mesopotamia, estos solo cumplían la función de servir de guía para los agricultores, era imposible entonces saber cuándo plantar semillas para poder cosechar los frutos en el tiempo exacto. Sin embargo, estos calendarios no se utilizaban como hoy día para fechar acontecimientos, es por esto que las tablillas de arcillas con escrituras cuneiformes no contenían ningún año asociada a ellos. Las tablillas solo contenían el nombre del rey en curso y el año de su reinado. Algunas tablillas son más precisas y registran, el mes, el día y la hora, en estos casos del calendario en curso, estos se les llaman “diarios astronómicos”. Hoy en día, al fechar un acontecimiento debe estar asociado a algún calendario conocido. Por normativa todas las fechas antes de Cristo están dadas por el calendario juliano y las después de Cristo por el gregoriano. Es necesario entonces sincronizar los calendarios lunisolares con el juliano. Partimos de la base de que la sucesión de los reinados, digamos quién sustituyó a quien, la obtenemos del canon de Ptolomeo.

Claudio Ptolomeo fue un astrónomo que trabajó en Egipto. El calendario egipcio no corregía los años bisiestos, por eso se desplazaba, los egipcios se regían por la crecida del río Nilo y esto fijaba las estaciones. Nuestro calendario actual (gregoriano) es esencialmente el juliano de César, con los mismos meses con ligeros reajustes. El canon de Ptolomeo cuenta los años de reyes de 365 días. Hablemos un poco sobre el canon de Ptolomeo. Como ya he mencionado los cómputos están hechos no por años verdaderamente lunares ni solares, sino según el año del antiguo calendario egipcio de 365 días que carecía de año bisiesto; por lo tanto, su comienzo ocurría un día antes cada 4 años del calendario juliano y el año nuevo pasaba paulativamente por todas las estaciones del año. El canon comienza con el principio del primer año de reinado del rey babilónico Nabonasar, estos puntos se pueden ubicar gracias a los intervalos exactos dados en Almagesto entre ese punto y los diversos eclipses, en el mediodía del 26 de febrero de 747 a.E.C. Este era el primer día del mes thoth, año nuevo egipcio de esa época (aunque en el tiempo de Nabucodonosor, el primer día de thoth caía en enero, y cuando vivió Ptolomeo ya había recorrido medio año hasta caer en julio). Entonces es posible asignar fechas [a.E.C.] a cualquier año de su reinado de cualquiera de los reyes de la lista, es decir, en años computados según el calendario egipcio. En el primer periodo (babilónico) del canon de Ptolomeo, cada año egipcio comenzaba de 1 a 4 meses antes (enero) que el correspondiente año lunar que empezaba con el mes Nisannu (marzo/abril). Esto lo demuestra la forma en que los años egipcios; fijados por las informaciones sobre eclipses dadas en el Almagesto corren paralelos con los años babilónicos fijados por la tablilla del año 37 del reinado de Nabucodonosor y la similar del séptimo año de reinado de Cambises que registra los mismos eclipses de Ptolomeo.

¿Cómo sincronizar el calendario egipcio con el babilónico que era lunisolar? Partiendo de la base que conocemos una fecha de este calendario en ese periodo, puede ubicarse el equivalente juliano de la fecha egipcia. Aunque se desconozca el año, puede derivarse del sincronismo de la fecha lunar con la solar, porque la fecha lunar, que se desplaza al menos 10 días en un año, sólo puede concordar con la fecha solar egipcia aproximadamente una vez en 25 años. Un ejemplo, cuando decimos que el primer año del reinado de Nabopolasar comenzó en 625 a.E.C., queremos decir que comenzó en este año si en ese tiempo hubiera estado en uso el calendario juliano, y en el año 626 a.E.C., anterior al año que más tarde fue numerado como el primero de la era cristiana. Historiadores y cronólogos han dado al año 1 a.E.C., la designación 1 a.E.C., y al anterior 2 a.E.C., etc. Como los años a.E.C., se proyectaban hacia atrás, es decir a 1500 a.E.C., es seguido por 1499 a.E.C., 1498 a.E.C., etc., lo mismo sucede con los siglos. Recordemos que se tomó la costumbre de dar fechas con el supuesto del nacimiento de Cristo, entonces resultó conveniente datar los acontecimientos anteriores como tantos años "antes de Cristo" (con la abreviatura a.C.). Para los historiadores y sus propósitos, los años del calendario juliano (en el cual se han computado las fechas en el mundo romano desde los días de Julio César) se proyectaron hacia atrás, como si siempre hubieran existido así. Al computar un intervalo entre una fecha a.E.C., y una d.E,C., en el cálculo se encuentra un problema, porque en la escala cronológica no hay ningún año que lleve el número cero, entre 1 a.E.C., y 1 E.C., (este error fue el que cometió Charles Taze Russell y gracias a esto su cálculo marcó 1914 y no 1915 [-606 + 2,520 = 1914]). Los libros históricos y de referencia usan la escala [a.E.C., - E.C.], que no tienen el año cero, deficiencia que debe tenerse en cuenta al calcular intervalos entre fechas a.E.C., y E.C.

¿Qué pasa cuando se fechan tablillas? Estas tablillas (las que contiene información astronómica) están fechadas con el antiguo calendario juliano, luego el sumar o restar años se realiza utilizando este calendario. Como son muchas tablillas encontradas, estas determinan fechas claves y están marcadas por el año del rey en curso, si fechamos cada una de ellas con el calendario juliano, al sumar años para interponer estas tablillas solo podrían haber pequeños errores. Está claro que estas fechas no son del todo absolutas y están teniendo en cuentas estos desfases y errores que se han podido cometer al intentar acoplar el calendario lunar con el juliano. Si la tablilla contiene hora, días y mes como en el caso de los diarios astronómicos, lo primero que se debe hacer es ver si la tablilla en sí indica que ese año era de 12 o 13 meses, luego debemos ubicar por cálculo o de tablas como estas: http://becomingone.org/tables.htm

La primera Luna nueva de cada mes en relación con el calendario juliano nos dará el mes equivalente en juliano; los errores pueden existir sobre todo si la tablilla no trae registrada la cantidad de meses de ese año, pero estos son mínimos. Ejemplo, sabemos que el mes caldeo Nisannu correspondería a los meses julianos de entre marzo y abril; para datar una tablilla con precisión deberíamos conocer fechas de las lunas nuevas para ese año y estos meses; esos datos los obtendremos de las tablas mencionadas.
http://www.livius.org/articles/concept/calendar-babylonian/
La tablilla VAT4956 es un diario astronómico, quiere decir y ya está explicado, que contiene la información de varios eclipses lunares y posiciones de este astro durante un año completo del reinado de Nabucodonosor. Ese año, según calendario babilónico, comprende al año 37 del reinado de Nabucodonosor del primero de Nisannu del año 37 de reinado hasta el próximo primero de Nisannu del año 38 de reinado de este rey. Esta sucesión de eclipses y posiciones lunares tal y como se narran, teniendo en cuenta los planetas, constelaciones y estrellas como referencia, los cálculos realizados fijan el año juliano 568 a.E.C. En consecuencia, todos los otros años de ese reinado quedan ubicados; su primero fue el 605 a.E.C., y el séptimo/octavo, durante el cual Nabucodonosor capturó a “Joaquín” (2ª Reyes 24:12), fue el 598 a.E.C.
STRM Kambys 400 es una tablilla ya datada, según el texto, el séptimo año de Cambises, hijo de Ciro. Menciona dos eclipses lunares que fueron visibles en Babilonia y que están datados para el 16 de julio de 523 a.E.C., y el 10 de enero de 522 a.E.C. Utilizando el canon de Ptolomeo:
Con este canon vemos que Nabonido cayó ante Ciro en el año 539 a.E.C., así que Ciro reinó por 9 años. Luego sumando años; vemos que el resto de fechas coinciden con la tablilla VAT4956. El año 539 a.E.C., es una fecha clave para la Watchtower/testigos de Jehová, pero no pueden utilizarla para sus cálculos porque todas las fuentes que se utilicen también los llevan al 586 a.E.C., para la destrucción de Jerusalén. La Watchtower afirma que 539 a.E.C., es una fecha absoluta y eso no es verdad.

Aunque falta el año, la tablilla da el mes y el día de la caída de la ciudad. Con estos datos, los cronólogos seglares calculan que el día 16 de Tasritu (Tisri) corresponde al 11 de octubre de 539 a.E.C., según el calendario juliano (5 de octubre según el gregoriano). Como esta es una fecha aceptada y no hay ninguna prueba que la contradiga, se usa como “fecha absoluta” para coordinar la historia seglar con la bíblica.” — Perspicacia, volumen 2, página 450.

Falso, una fecha absoluta solo puede estar determinada por un diario astronómico, así que 539 a.E.C., es una fecha “calculada” (ellos mismos lo dicen) así que para fijar esta fecha debemos utilizar un “diario astronómico”, que fije la fecha en el calendario juliano y una “crónica” (como la Biblia) para sumar o restar años. Es por esto que para mí, la Watchtower es una organización que utiliza el fraude para mantener la fecha 607 a.E.C.; utilizar esta fecha significaría sumar 20 años al periodo Neobabilónico y esto es imposible ya que descuadra todo el resto de información arqueológica. Con la misma Biblia podemos probar que Nabucodonosor reinó por 43 años, y que Awel Marduk (Evil Merodac en la Biblia) gobernó por 2 años.

La crónica de Nabonido, que la Watchtower se ve obligada a aceptar, fija 17 años de reinado a este rey. Esta secuencia y cantidad de años coinciden con lo que indica el canon de Ptolomeo, así que solo quedan los 4 años de Neriglisar, que están respaldados por tablillas de carácter administrativo y económico. Como esta crónica no tiene fechas, de manera astuta, la Watchtower oculta que los 9 años del reinado de Ciro se deben de sacar del canon de Ptolomeo si utilizamos la fecha absoluta que es la que marca la tablilla STRM Kambys 400 o debemos utilizar el libro Babilonian Cronology 66 B.C.-A.D. 75 de R. Parker y W. Dubble rstien, de 1971. Ambas fuentes también fijan el año 586 a.E.C., como el año 19 del reinado de Nabucodonosor y por lo tanto la caída de Jerusalén en ese mismo año. ¡En el próximo artículo analizaremos las posiciones astronómicas de las tablillas!

http://www.rgle.org.uk/CALENDARIOS.htm